
Entre los años 2003 y 2018, la fundación desarrolló el Proyecto Huertos Reproductivos, enfocado en la implementación de huertos escolares como espacios educativos y productivos. A lo largo de este período, el proyecto atravesó dos etapas claramente diferenciadas:
Primera etapa (2003 – 2012)
Durante esta fase, el enfoque principal fue educativo. Los objetivos del proyecto fueron:
• Convertir el huerto en un espacio pedagógico donde los niños y niñas pudieran aprender asignaturas como matemáticas, historia, geografía, lengua, idioma kichwa, entre otras, a través del trabajo en el cultivo.
• Rescatar productos tradicionales de la región andina mediante la reproducción de semillas autóctonas como mashua, melloco, oca, jícama, entre otros. Estas semillas, obtenidas en los huertos escolares, eran luego distribuidas a los estudiantes y sus familias para fomentar su cultivo en los huertos familiares.
En promedio, cada año se trabajó con cinco centros educativos. Algunos de los más recurrentes fueron: Gustavo Adolfo Bécquer, Humberto Fierro, Aquiles Pérez Tamayo, Luis Humberto Salgado y General Antonio Elizalde.
Segunda etapa (2013 – 2018)
En esta etapa, el proyecto se orientó principalmente hacia la producción de alimentos con fines de autoconsumo. El objetivo fue cultivar alimentos en los huertos escolares para ser entregados a los niños y niñas, y apoyar así la seguridad alimentaria en sus hogares. En algunos centros, los productos del huerto, junto con aportes de los padres y madres de familia, se utilizaron para preparar comidas escolares que se ofrecían directamente a los estudiantes, cuando se presentaban cosechas.
Aunque la nueva orientación se centró en la producción y distribución de alimentos, no se abandonó el enfoque educativo.
Al igual que en la primera etapa, el proyecto brindó cobertura a un promedio de cinco centros educativos por año lectivo. Entre ellos se destacan: General Antonio Elizalde, Humberto Fierro, Carlos Vicente Andrade, Luis Humberto Salgado, Rafael Correa y Manuel Albán.
En la actualidad —gracias al apoyo de entidades japonesas y a la gestión de SANE— se sigue impulsando el desarrollo de huertos escolares en algunas instituciones educativas del sector rural de Cayambe.











