
El proyecto se desarrolló en tres periodos: del 2006 al 2008; del 2015 al 2018 y del 2022 al 2024, impulsando iniciativas ambientales y educativas en comunidades y centros escolares. Sus objetivos se resumen en:
Crear y fortalecer entornos naturales y educativos implantando cercas vivas de árboles nativos en instituciones educativas para proteger contra el viento, integrando a estudiantes y padres de familia en actividades de siembra y cuidado. En el periodo 2022 – 2024 se enriqueció esta experiencia incorporando un componente artístico, donde los niños expresaron, mediante dibujos, su entorno natural.
En los últimos periodos los resultados obtenidos son:
2015 – 2018: Se sembraron 6,000 árboles en los perímetros de centros educativos ubicados en Pisambilla, Pitaná Alto, Compañía Lote Dos, La Buena Esperanza, El Hato y San Pablo Urco.
2022 – 2024: Se plantaron otros 6,000 árboles en las comunidades de San Pablo Urco, Compañía Lote Dos, Pitaná Alto y Pambamarca, complementando la labor con actividades artísticas.
Entre las variedades de árboles plantados se encuentran: Yagual, Retama, Aliso, Arrayán, Quishuar, Pumamaqui, Tilo, Cholan y Cepillos.









